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LA TROCHA

DIÁLOGO ENTRE HERMANOS

DIÁLOGO ENTRE HERMANOS Por Iraida Ma. Hernández Prado

El hombre escribe para sus amigos y hermanos. Los rasgos sobre el papel conforman las misivas que traspasan los muros de la prisión para responder las numerosas cartas que, día a día, llegan a él para darle aliento e inspiración para proseguir la lucha por su liberación.

Dos esquelas de Antonio Guerrero Rodríguez recibió el pasado domingo 26 el escritor avileño Ireneo Socarrás Álvarez, una fechada en abril de este año y otra en julio.

La comunicación de Tony e Ireneo se remonta a marzo del 2003, cuando llegó la primera epístola del Héroe al poeta de Ciego de Ávila, la tierra de los Hermanos Gómez Cardoso.

El avileño le había enviado a través de Mirta Rodríguez, madre de nuestro compatriota, su libro A K-milo 100-fuegos 100 décimas, además de cinco más inspiradas en nuestros compatriotas.

Tony le escribiría después que esta obra lo motivó a escribir una dedicada al Titán de Bronce utilizando este recurso poético. Así nació Vida de Antonio Maceo, volumen publicado en 2004 en Las Tunas, el cual Ireneo tuvo el privilegio de revisar en el original que le llegó a través de Mirta.

Desde entonces no se ha interrumpido el diálogo entre ellos, que se mantuvo durante los tres años y 38 días que el avileño cumplió misión en la hermana República Bolivariana de Venezuela, donde también divulgó la verdad sobre los Cinco, e impartió conferencias en la Universidad de Maturín, en el estado de Monagas, y a integrantes de la Misión Barrio Adentro.

Las cartas recibidas por Ireneo (que también fueron enviadas por Tony a otros camaradas de los Cinco) muestran la entereza e hidalguía de nuestros compatriotas. La de abril refiere:

"Seguimos todos firmes en la batalla, con el apoyo creciente de amigos en todo el mundo.

"Quiero compartir contigo estos versos recientemente escritos, que, en nombre de los Cinco, están dedicados a nuestro pueblo amado (...)

Olas de manos, punto de banderas.
Canto de viva luz, escala ardiente.
Aurora emancipada del poniente.
Relámpago esparcido por palmeras.
Ramo de sueños, árbol sin fronteras.
Paloma sideral y combatiente.
Estrella edificada en la vertiente.
Polen de las urgentes primaveras.
Bastión invicto, roca de la altura.
Largo surco entre ráfagas labrado.
Independencia sobre la espesura.
Caballo de la paz enamorado.
Revolución de geografía pura.
Patria y humanidad, mi pueblo amado.
Así reza un fragmento de la epístola redactada por Tony en el pasado mes de julio:
"Sus líneas, unas con mucho retraso, llegaron a mis manos y me llenaron de alegría, de cubanía y de aliento.
"Mi respuesta es breve y es simple, pero les recuerdo que jamás los olvidaremos. Cada amigo, cada pionero y joven que nos escribe y cumple con la Revolución está, cada día, en nuestra resistencia y en nuestro optimismo."
En la misiva que Ireneo remitió a Tony el 14 de junio de este año le dice:
"La actividad internacional de los movimientos a favor de la causa cada día se agiganta más, es de incalculable valor la que se está gestando dentro de los propios Estados Unidos, ganar a ese pueblo, romper esa barrera, podría contribuir a despejar el camino."
Antonio, Gerardo, René, Fernando y Ramón saben que no están solos en la batalla porque la justicia venza a la política en su caso. Conocen que, junto al pueblo cubano, también divulgan la verdad en el mundo numerosos amigos de las más diversas latitudes.
Los Cinco siguen de pie y burlan la soledad de sus celdas con el diálogo con amigos y familiares, por eso cada carta, cada verso, cada escrito, es un paso más en el camino por el triunfo que los traerá de regreso a la Patria.

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