MACEO Y CHE.
Los grandes hombres están inscriptos en la historia, pero no quedan en ella como recuerdo. De la historia salen para convertirse en ejemplos de esfuerzo, de sacrificio, de lucha por hacer realidad su hermoso ideal libertario.
A esta estirpe pertenecen Antonio Maceo y Ernesto Che Guevara, nacidos coincidentemente el 14 de junio; el primero en 1848, en Santiago de Cuba, y el segundo, en 1928, en Rosario, Argentina.
Por sus condiciones excepcionales, por su amor a la patria, el deber los llevó antes al campo de batalla y ala heroica invasión después, para extender por toda Cuba la antorcha de la libertad.
“Nuestro pueblo todo fue un Maceo”, dijo un siete de diciembre el Guerrillero Heroico al referirse al coraje demostrado por los cubanos durante la Crisis de Octubre. Es cierto nuestro pueblo en los momentos de peligro y combate siempre ha estado fortalecido por el ejemplo del Titán de Bronce.
Che no sólo fue un héroe y destacado Comandante de la guerra de liberación; fue luego del triunfo glorioso del Primero de Enero de 1959 un abnegado dirigente del Estado revolucionario y del Partido. Sus cualidades como revolucionario de intachable y cristalina conducta; su laboriosidad y austeridad impar, unidas a su elevado espíritu humanista, lo convirtieron en un admirado forjador de la nueva sociedad e inspirador del hombre comunista.
Hombre de extraordinaria lealtad a la Revolución y a Fidel, fue un creador y un enamorado de la causa del socialismo y un convencido del valor y la pujanza de las fuerzas morales de los hombres.
Correspondió al Che ser el inspirador y el máximo impulsor del trabajo voluntario, cuya realización expresa una cualidad superior del ser humano que lo acerca a la sociedad comunista y a la conducta comunista, porque indica un pensamiento menos egoista e individual, una idea más social y generosa y sobre todo, la correcta apreciación de que el trabajo debe ir convirtiéndose en un placer y en una necesidad moral, y no en una carga como lo fue durante los siglos de existencia de explotación del hombre por el hombre.
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