UN CONFLICTO GLOBAL.
Las bombas de uranio y de plutonio lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki el 6 de agosto de 1945, dejaron 192 mil personas muertas y más de 154 mil heridas.
Albert Einstein advirtió, con razón, que "el poder desencadenado del átomo lo ha cambiado todo, excepto nuestras formas de pensar, y es por ello que avanzamos sin rumbo hacia una catástrofe sin precedentes".
En el Mensaje de Fidel: "En una guerra nuclear el daño colateral sería la vida de la humanidad", el máximo líder señala “Hoy existe un riesgo inminente de guerra con empleo de ese tipo de armas y no albergo la menor duda de que un ataque de Estados Unidos e Israel contra la República Islámica de Irán, se tornaría, inevitablemente, en un conflicto nuclear global.”
“Los pueblos están en el deber de exigir a los líderes políticos su derecho a vivir. Cuando la vida de su especie, de su pueblo y de sus seres más queridos corren semejante riesgo, nadie puede darse el lujo de ser indiferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto a ese derecho; mañana sería demasiado tarde.”
Luchar por el respeto a la autodeterminación y soberanía de cada pueblo, incluyendo el derecho al desarrollo tecnológico en función del bienestar del hombre; oponerse a la carrera armamentista y abogar por un mundo de paz, es indispensable hoy para conjurar esa amenaza, muchas veces mayor que aquella que en su tiempo Einstein, infructuosamente, trató de evitar.
Fuente: Cubadebate.
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