Es hora de quitar a Cuba de la lista de países promotores del terrorismo
Jeffrey Goldberg
Me ha llamado la atención durante algún tiempo que Cuba, un país que no patrocina grupos terroristas, aparezca en la lista de los Estados Unidos como un Estado promotor del terrorismo. La inclusión de Cuba (hay 3 países más en la lista: Irán, Siria y Sudán) afecta la seriedad de la lista. Cuba está en la lista, por supuesto, porque los enemigos de (Fidel) Castro en los EE.UU., quieren que esté en la lista, pero incluir a La Habana no es honesto ni intelectualmente ni analíticamente. El Departamento de Estado se da cuenta de esto, por
Cartel en una calle de La Habana que recuerda que Estados Unidos mantiene libre en Miami al terrorista Luis Posada Carriles, responsable de la voladura de un avión civil cubano que costó la vida a 73 personas. Posada Carriles tiene un juicio pendiente por esta causa en Venezuela.
supuesto, es por ello que la descripción de las “actividades terroristas de Cuba” está escrita de esa manera.
De mi columna de Opinión de Bloomberg de esta semana:
Según el Informe del 2010 del Departamento de Estado sobre los países promotores del terrorismo: “Cuba continuó denunciando los esfuerzos de Estados Unidos contra el terrorismo por todo el mundo, presentándolos como un pretexto para expandir la influencia y el poder de EEUU.”
En otras palabras, Cuba es un patrocinador del terrorismo porque critica la guerra de Estados Unidos contra el terrorismo. Si nos guiamos por esta definición, la mayor parte de los funcionarios electos estadounidenses son promotores del terrorismo.
El informe continúa: “Cuba se ha utilizado como un punto de tránsito por parte de nacionales de terceros países que intentan entrar ilegalmente a los Estados Unidos.” Según esta definición, Canadá es también un país promotor del terrorismo.
¿Qué están haciendo los cubanos con respecto a este problema? “El gobierno de Cuba está al tanto de las preocupaciones sobre la seguridad transnacional y la integridad de la frontera que plantea dicho tránsito y ha investigado el contrabando de emigrantes por terceros países así como las actividades criminales relacionadas.”
¡Ah, y por cierto!, los cubanos también “permitieron que representantes de la Administración de Seguridad para el Transporte realizaran una serie de visitas por toda la isla a la seguridad de los aeropuertos.” Aparentemente una muy inteligente opción de un Estado terrorista.
El Informe del 2009 reconoce que Cuba “condena públicamente actos de terrorismo realizados por Al Qaeda y sus afiliados”, pero de toda maneras señala que el gobierno cubano fue “crítico con el enfoque de EE.UU. para combatir contra el terrorismo internacional.”
Cuando le pregunté a un antiguo oficial del gobierno sobre la inclusión de Cuba, el funcionario pareció reconocer lo ridículo de la situación: “Hemos escuchado las críticas sobre ciertos países que están en la lista y no deben estar y sobre otros que no están en la lista y deben estar.” El oficial continuó: “Sin embargo, al final del día, el hecho que Estados Unidos tenga una lista que señale que algunos países se basan en el terrorismo como un instrumento de su política, es de vital importancia. Tal vez podrían haber formas más efectivas de enfocar nuestra condena, pero para hacerle frente a los malhechores reales, pienso en Irán o Siria, la designación es importante e impulsa a que la comunidad internacional actúe. Ayuda también a crear una barrera para aquellos que aun les gustaría hacer negocios con ellos.”
En otras palabras, Cuba es un malhechor falso. Nuestra relación con Cuba ya es disfuncional; esta lista solo la empeora, y socava nuestra pretensión de seriedad en la lucha contra el terrorismo actual.
*Jeffrey Goldberg - Jeffrey Goldberg es un corresponsal estadounidense para la revista Atlantic y merecedor del Premio Nacional de Revistas en categoría Reportajes. Entrevistó en el 2010 a Fidel Castro.
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