La Confronta.
El valor del establecimiento gastronómico conocido en toda Cuba va más allá del simple recuerdo histórico porque simboliza la perpetuidad de una amistad sincera entre el Bárbaro del Ritmo y Anacleto Martínez dueño del lugar, un hombre generoso que le prodigó comida y abrigo al Benny cuando ni siquiera soñaba con ser un exitoso músico.
Las ofertas de La Confronta eras famosas por su exquisitez. El bistec y la leche caliente poseían una demanda insuperable por el resto de los negocios de la localidad. Eso le hacia sitio de obligada visita para los artistas que salían del cercano Teatro Principal, entre los que se encuentran figuras como Rita Montaner, Libertad Lamarque y Pedro Infante, entre otros tantos que visitaron Ciego de Ávila.
Según cuentan, en el año mil 936 el Benny trabajaba como cortador de caña en la zona de Jagüeyal. Una noche llegó al establecimiento hambriento y sin un centavo en el bolsillo, Anacleto le dio de comer sin pensar que algún día aquel ser humano desprovisto de riquezas le agradecería el favor.
Años más tarde, cuando el famoso cantante recorría toda Cuba coronado de alabanzas, se detuvo en Ciego de Ávila para saludar a su amigo. Allí, frente a La Confronta dio un concierto en su honor y almorzó, junto a las personas que lo acompañaban, en el local de Anacleto para continuar su destino hacia Oriente.
En mil 960 Anacleto viajó a La Habana acompañado por su familia, en un sitio conocido como el Alibar, se vieron por última vez. En esa ocasión el Benny fue a su encuentro, le dedicó una canción y pagó la cuenta de Los Martínez.
Trascurridos varios años el restaurante La Confronta constituye museo viviente de la gastronomía avileña, debido a las numerosas anécdotas que habitan en sus paredes, y la continuidad de la tradición culinaria fundada por Anacleto.
A la entrada del establecimiento, la figura de Benny Moré recibe con su postura rítmica y jovial, a quienes acuden al recinto, al tiempo que remarca la huella de su paso por este territorio.
1 comentario
JUAN HERNANDEZ -