Papa Benedicto XVI ofició Misa en la Plaza de la Revolución
En una Misa oficiada en la Plaza de la Revolución José Martí, en La Habana, el Papa Benedicto XVI reconoció ante ciento de miles de cubanos, creyentes y no creyentes, que “en Cuba se han dado paso para que la Iglesia lleve a cabo su misión insoslayable de expresar pública y abiertamente su fe”.
Benedicto XVI añadió que “es preciso seguir adelante”, y legitimó que “los creyentes ofrezcan una contribución a la edificación de la sociedad”.
Recordó al presbítero cubano Félix Varela, “educador y maestro, hijo ilustre de esta ciudad de La Habana, que ha pasado a la historia de Cuba como el primero que enseñó a pensar a su pueblo. El Padre Varela nos presenta el camino para una verdadera transformación social: formar hombres virtuosos para forjar una nación digna y libre, ya que esta transformación dependerá de la vida espiritual del hombre, pues ‘no hay patria sin virtud’”.
Añadió que “Cuba y el mundo necesitan cambios, pero estos se darán solo si cada uno está en condiciones de preguntarse por la verdad y se decide a tomar el camino del amor, sembrando reconciliación y fraternidad”.
Antes, el Cardenal Jaime Ortega Alamino, Arzobispo de La Habana, agradeció en nombre de los católicos y de todo el pueblo de Cuba, que Benedicto XVI haya incluido a la Isla en este viaje a América.
Cientos de miles de cubanos dieron un caloroso recibimiento a Benedicto XVI en la Plaza de la Revolución. El Papa llegó a este histórico lugar a las 8:39 am (13:39 GMT).
Cuando llegó Su Santidad, ya estaba allí el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, y otros dirigentes del Partido Comunista de Cuba, así como del Gobierno, junto a las autoridades esclesiásticas.
Creyentes y no creyentes habían partido desde la Catedral de La Habana al amanecer de este miércoles en procesión con la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre hacia la Plaza de la Revolución, donde el Papa Benedicto XVI comenzó a oficiar una misa campal a las 9:00 am, hora local.
Sobre un auto, la imagen iluminada de la Virgen “Mambisa” fue saludada con aplausos por las calles de La Habana, donde al centenar de fieles que partió desde la Catedral se les fueron agregando los de otras parroquias, en una procesión que debía recorrer seis kilómetros, la más larga en décadas en Cuba.
Antes de su partida de La Habana rumbo al Vaticano, señalada para las 5:00 pm (22:00 GMT), Benedicto sostendrá un encuentro con el líder de la Revolución Fidel Castro, quien lo anunció en nuestro sitio en la noche del martes.
Benedicto XVI, quien culminará este miércoles una visita pastoral de tres días en la isla, ofició el lunes una misa campal en Santiago de Cuba (sudeste) ante 200.000 personas y se espera que en la de esta jornada, en La Habana, esa cifra sea superada con creces.
Antes de la procesión, varios miles de cubanos convocados para la misa se agrupaban frente al Capitolio Nacional bajo el pedido de “disciplina y solemnidad” que hacía una mujer con un altavoz. Era el “bloque” del municipio Habana Vieja, que se congregaba para marchar hacia la misa.
Roberto del Toro, de 14 años y estudiante de noveno grado, se veía emocionado a pesar de muchas horas sin sueño, según AFP.
“Nosotros los cubanos nos sacrificamos hoy, nos levantamos temprano, muchos no hemos dormido, para ir rumbo a la Plaza, pues es una satisfacción tener a Su Santidad aquí en Cuba”, que vino a decir que “está bueno ya con la injusticia y a orar y hacer sacrifico por los marginados, por los que sufren en el mundo entero”, dijo el joven.
El Sumo Pontífice concluye hoy su primera visita a Cuba y su segundo recorrido por tierras de América Latina; la primera transcurrió del cinco al nueve de mayo de 2007 en Brasil.
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