Piden reforzar lucha por liberar antiterroristas cubanos

Washington.- (PL) El activista cubanoamericano Andrés Gómez llamó a intensificar la campaña por la excarcelación de cuatro cubanos presos en Estados Unidos desde 1998, por evitar acciones terroristas.

Para el intelectual, batallar por la libertad incondicional de Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Fernando González y Antonio Guerrero es luchar contra la política de terrorismo de Estado mantenida por Washington durante más de cinco décadas en contra de la independencia, seguridad y paz del pueblo cubano.

A esos hombres y a su compatriota René González se les impuso severas sanciones en 2001 porque vigilaron grupos violentos radicados en Miami, desde donde organizan actos como las que en los últimos 53 años dejaron más de tres mil 400 víctimas en Cuba.

René salió de prisión en octubre de 2011 tras cumplir su condena, pero fue sometido a tres años de libertqd supervisada y solo regresó a la nación caribeña el mes pasado porque renunció a la ciudadanía estadounidense.

De acuerdo con Gómez, activistas de la emigración cubana continuarán los esfuerzos para denunciar la política hostil de Estados Unidos y la impunidad que la Casa Blanca brinda a "los asesinos, sus terroristas, miembros de las organizaciones de la extrema derecha cubanoamericana."

Asimismo, confirmó su participación y la de otros 35 colegas en la jornada prevista del 30 de mayo al 5 de junio en Washington para divulgar el caso de los antiterroristas cubanos, conocidos a nivel internacional como Los Cinco.

Ese evento reunirá a legisladores, defensores de derechos humanos, juristas, escritores, periodistas y activistas de Argentina, Barbados, Bélgica, Brasil, Canadá, Chile, Cuba, Ecuador, El Salvador, Reino Unido, Francia, Alemania, Grecia, Haití, Italia, México, Nicaragua, Puerto Rico, España, Suecia y Venezuela.

Además de esa iniciativa, un panel de cinco personalidades detallarán la situación de luchadores antiterroristas en una conferencia programada el 7 y 8 de junio en Nueva York.

Los Cinco fueron procesados en Miami en medio de un clima mediático hostil encaminado a manipular la opinión pública, persuadir al jurado y asegurar que fueran condenados.

Sus abogados buscan demostrar cómo las autoridades federales pagaron a periodistas y medios de prensa para montar una campaña con influencia negativa sobre el juicio y los acusados.