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LA TROCHA

FIDEL, LA SALIDA DE ISLA DE PINOS.

FIDEL, LA SALIDA DE ISLA DE PINOS. Luego de la gesta del cuartel Moncada y del juicio a los sobrevivientes, Fidel Castro y VEINTIOCHO de sus compañeros son enviados al temido Presidio Modelo en la entonces Isla de Pinos.
Aquél era un lugar tenebroso: lo componían CUATRO pabellones circulares con celdas pequeñas que obligaban al hacinamiento y propiciaban crímenes impunes.
Una larga historia de horrores se encerraba entre los barrotes y el concreto de aquella cárcel. Sin embargo, para los revolucionarios el tiempo allí no resultó infructuoso.
La capacidad organizativa del líder se hizo sentir de inmediato. Establecieron una biblioteca, Fidel trabajó incansablemente en la creación de comités de lucha por la excarcelación del grupo, y reelaboró a escondidas La Historia me Absolverá.
Fue también el Presidio testigo de las protestas de los jóvenes revolucionarios contra Fulgencio Batista. Durante una visita del tirano, los moncadistas entonaron la marcha del VEINTISEIS de julio, en desafío al oprobioso régimen.
En las calles, el clamor popular por la libertad de los valientes, el Comité Preamnistía y la prensa hacen que Batista firme la liberación de los asaltantes al cuartel Moncada.
Así, el QUINCE de mayo de MIL 955, Fidel y sus compañeros salen del Presidio Modelo de Isla de Pinos. En conferencia de prensa, Fidel asegura: “Seguiremos luchando hasta obtener la independencia de Cuba”. Desde Batabanó hasta La Habana viajan en tren, el cual demora más que nunca en llegar a la capital: en cada pueblo los recibe un mar de gente.
Y al llegar a la estación central, una muchedumbre saca a Fidel por la ventanilla del tren. Esperan por él para que les dirija la palabra. El clamor popular de una necesaria Revolución, por y para el pueblo, se hace evidente.
El Movimiento VEINTISEIS de Julio daba sus primeros pasos. Vendría después el exilio en México, el desembarco del yate Granma, la lucha en las montañas y el triunfo definitivo de Enero.

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